viernes, 5 de junio de 2015

Micromachismos


- 5 junio, 2015 – 10:21
 
isidroSanchez

Mujeres como Manuela Carmena o Ada Colau, estoy convencido, van a aportar bocanadas de aire fresco a la vida política, llena de machismos, a pesar de la incorporación de la mujer a ella desde hace décadas. Sólo hay que recordar al condenado alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, con sus frecuentes salidas de tono machistas.Pero el machismo en España no suele tener coste para los políticos que lo practican, a diferencia de lo que ocurre en países de nuestro entorno. Y es que seguimos con una cultura machista que se refleja en muy diversos aspectos.
La violencia contra las mujeres es una de las manifestaciones del machismo, con formas diversas y no legitimadas por el entorno social, como el maltrato emocional, económico, físico, sexual o sicológico. Pero nuestra sociedad está llena de prácticas interpersonales legitimadas en muchas ocasiones por el entorno social. Son los micromachismos.
El término fue acuñado a comienzos de los noventa del pasado siglo por Luis Bonino Méndez, psicoterapeuta y médico psiquiatra, que los definía en 1998 como “prácticas de dominación y violencia masculina en la vida cotidiana”. Bonino citaba algunos como imponer y mantener el dominio y la supuesta superioridad sobre la mujer; reafirmar o recuperar dicho dominio ante la mujer que se “rebela” de “su” lugar en el vínculo; resistirse al aumento de poder personal o interpersonal de la mujer con la que se vincula; aprovecharse del “trabajo cuidador” de la mujer.. (http://www.luisbonino.com/pdf/mM96.pdf).
Unos años después, en 2004 los describía así: “son actitudes de dominación ‘suave’ o de ‘bajísima intensidad’, formas y modos larvados y negados de abuso e imposición en la vida cotidiana. Son, específicamente, hábiles artes de dominio, comportamientos sutiles o insidiosos, reiterativos y casi invisibles que los varones ejecutan permanentemente”. Y hablaba de armas, las tres tes, utilizadas por los hombres: trampas, tretas y trucos (http://www.luisbonino.com/pdf/Los%20Micromachismos%202004.pdf).
Pero los micromachismos no están presentes sólo en la vida de la pareja sino que aparecen por doquier: deporte, lenguaje, publicidad, relaciones laborales, televisión, etcétera. Puedo recordar dos ejemplos. Una cosa estupenda, buena, admirable se describe muchas veces de forma coloquial como cojonuda. Sin embargo, coñazo suele utilizarse, también coloquialmente, como sinónimo de aburrido, rollo, tostón, infumable. El diccionario de la Academia (DRAE) incluye la expresión ama de casa en referencia a la “mujer que se ocupa de las tareas de su casa”. Pero no busquemos amo de casa, no figura, aunque, evidentemente, hay hombres que se ocupan de las tareas del hogar y, por otra parte, no es correcto llamarles amas de casa.
Por cierto, la RAE define machismo como “Actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres”, cuando habría que ser más tajante. Algo así como comportamiento del hombre por el que se considera superior a la mujer y quiere imponer en todo su voluntad. Claro, que el diccionario sigue incluyendo términos como periquear, “Dicho de una mujer: Disfrutar de excesiva libertad. Andar periqueando”. Cosas de nuestra España de “siempre”.

Isidro Sánchez Sánchez

Desde el revés de la inopia


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