miciudadreal - 13 julio, 2018 – 09:32
La república lusa es un gran país, con habitantes generalmente amables y educados. Tradicionalmente, muchos españoles han dado la espalda a Portugal, aunque la situación está cambiando poco a poco.
A pesar de su cercanía geográfica, el país vecino ha sido ignorado. Compartimos una larga frontera y una historia común. Sin embargo, los medios de comunicación españoles apenas se ocupan de su actualidad cultural, económica, política o social.
Las ciudades más importantes, como Lisboa, Coimbra u Oporto, son bellas y encantadoras. El viajero encontrará su visita agradable y llena de satisfacciones. Pero hay otras muchas poblaciones, grandes, medianas y pequeñas, que sorprenderán a los visitantes por su encanto, por la conservación del patrimonio histórico-artístico y por sus moradores.
En el Norte, además de Oporto, es imprescindible Guimarães, primera capital de Portugal, y recomendables Aveiro, la Venecia de Portugal, Tomar o Bragança. Lisboa en la zona Centro, pero también Santarém, Setúbal o Évora. En el Sur, Faro, Portimão o Beja, capital del Alentejo, y localidades de la costa Alentejana como Sines, Santiago do Cacem, Vila Nova de Milfontes, Grândola, Odemira y Zambujeira do Mar. También poblaciones del parque natural de Ría Formosa, como Tavira y Cacela Velha, o sus cinco islas arenosas (Armona, Barreta, Cabanas, Culatra y Tavira). Hay mucho más, claro.
Pero quiero ocuparme hoy del grupo de poblaciones que denomino cinco emes de Portugal, pequeñas y sorprendentes, situadas cerca de la frontera con España, menos conocidas que otras fronterizas como Castelo de Vide, Elvas, Vila Viçosa u Olivenza, en poder de España desde la Guerra de las Naranjas de 1801. De Norte a Sur son Miranda do Douro, Monsanto, Marvão, Monsaraz y Mértola.
Todas miran hacia España y por ello en las cinco hay un castillo defensivo, alguno impresionantemente grande, como el de Marvão. Todas están situadas en alto, escalando la montaña. Todas forman un conjunto de casas blancas, llamativo y laberíntico. Las cinco muestran vistas sensacionales, amaneceres esplendorosos y ocasos mágicos.
Desde Zamora podemos acercarnos a Miranda do Douro. Tiene un cuidado casco histórico y unas excepcionales vistas al Duero. Pertenece a la región (r.) Norte, distrito (d.) de Braganza y comunidad intermunicipal (c. i.) de Tierras de Trás-os-Montes. Allí es imprescindible, aparte de un paseo para descubrir el pueblo, hacer el Crucero Medioambiental de la Estación Biológica Internacional por los Arribes do Douro.
Una hora y media en coche separa Plasencia de Monsanto, perteneciente al concejo de Idanha-a-Nova (r. Centro, d. de Castelo Branco y c. i. de Beira Baixa). Es un pueblo singular, situado en lo alto de un monte de granito, con enormes peñascos, que domina una vasta extensión de dehesa mediterránea, y con muchas casas adosadas literalmente a la roca. Cerca están Penha Garcia, a orillas del río Ponsul, con un castillo templario desde el que comienza la Ruta de los Fósiles, e Idanha-a-Velha, pueblo histórico con un gran patrimonio.
Desde Cáceres a Marvão hay casi 120 kilómetros y se pasa por Valencia de Alcántara. La villa está situada en la r. del Alentejo, d. de Portalegre y c. i. de Alto Alentejo. Se caracteriza por su gran castillo y sus imponentes murallas, muy bien integradas con el paisaje. Calles estrechas, casas con tejados pintorescos, flores de colores por doquier y vistas grandiosas. Extramuros destacan el convento de Nossa Senhora da Estrela y, ya en el llano, las ruinas de la ciudad romana de Ammaia.
Cerca del embalse de Alqueva, el mayor de Europa Occidental, está ubicada Monsaraz, que forma parte del concejo de Reguengos de Monsaraz (r. Alentejo, d. de Évora y c. i. de Alentejo Central), a una hora en coche desde Jerez de los Caballeros. Hay magníficas vistas del Guadiana, que forma el barragem de Alqueva, y es un pueblo hermoso, limpio y tranquilo. En los alrededores de Monsaraz merece la pena visitar, además de disfrutar un paseo en barco por el Embalse, el convento da Orada, el Menhir de Bulhoa y la villa de Mourão, con su castillo del siglo XIII.
Y, finamente, Mértola, a una hora en automóvil desde Ayamonte, situada en el corazón del Parque Natural do Vale do Guadiana, pertenece a la r. Alentejo, d. de Beja y c. i. de Bajo Alentejo. En la parte más alta de la población podemos ver el castillo y la iglesia de Nossa Senhora da Assunção, una de las pocas mezquitas árabes transformada en templo cristiano tras la conquista. Mértola es considerada villa museo y uno de los pueblos portugueses que mejor ha conservado la esencia árabe.
Buen viaje por tierras portuguesas, cercanas y a la vez tan lejanas. Buen viaje por los 1.250 kilómetros de frontera, con hitos importantes, de Sur a Norte, como Mértola, Monsaraz, Marvão, Monsanto y Miranda do Douro.
Isidro Sánchez
Desde el revés de la inopia
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