miciudadreal - 11 marzo, 2016 – 12:30
Hace unos días ha fallecido en Chile a los cien años de edad el dramaturgo vanguardista y pintor José Ricardo Morales. Llegó a ese país desde Francia en 1939 a bordo del Winnipeg, barco fletado por el poeta Pablo Neruda, cuando era cónsul honorario de Chile en el país galo. Se quería salvar de las garras del fascismo a miles de republicanos españoles, entre ellos numerosos científicos e intelectuales. Morales, luchador en el Ejército de la República y exiliado, se definía como republicano, radical y socialista, pero nunca militó en partido alguno.
En una entrevista que Rosana Torres realizó a Morales hace unos años en Santiago de Chile recordaba que un día clasificó a los españoles en tres categorías: “los aterrados, que se quedaron allí sufriendo el régimen de Franco, los enterrados como Federico y tantos otros y los desterrados, como mi familia” (El País, 26-2-2012). Frente a todos estaban los vencedores, el fascismo, el conservadurismo más rancio, la Iglesia católica y la oligarquía económica. Hoy, con motivo del 7º Festival de Cine de Castilla-La Mancha, quiero ocuparme del segundo grupo.
Pero antes es preciso recordar una vez más la violenta e inmodélica transición española, según denominación frecuente del profesor Vicenç Navarro. Se hizo como se hizo precisamente por la debilidad de la izquierda, consecuencia de la tremenda represión durante cuarenta años, y una buena dosis de miedo en los componentes del primer grupo formado por Morales en su momento. Esa transición se configuró con la sublimación del centro político, que en realidad de centro no ha tenido nada si recordamos que significó la restauración de la Monarquía en la figura de un aventajado alumno del dictador, la prolongación del poderío del gran capital, la impunidad de los crímenes de la dictadura franquista, el mantenimiento de los privilegios de la Iglesia católica, la adhesión a la OTAN y la sumisión a la hegemonía estadounidense o la tergiversación de la historia de la República.
El viernes, 4 de marzo de 2016, se inauguró en la Biblioteca Pública de Estado de Ciudad Real, con una sala repleta de personas, el 7º Festival de Cine de Castilla-La Mancha. Y en la primera sesión, además de otros cortos, se proyectó, en estreno público para España –en Nueva York ya se estrenó hace unos meses–, el documental What Remains (Lo que queda), de Jorge Moreno y Lee Douglas.
Lee Douglas, antropóloga y experta en estudios sobre violencia y memoria histórica, pertenece actualmente al Department of Anthropology (New York University). Jorge Moreno es cineasta y antropólogo, natural de Abenojar, que ya ha realizado varios documentales, como Fotografías veladas (2010), Vuelo a Shangri-la (2011) o Cuesta de la Cabeza (2015). Es miembro del proyecto “Cine Científico y Cine Educativo en España, Argentina y Uruguay”, con el departamento de Historia Contemporánea de la UNED, y del proyecto “Todos los nombres de la represión de posguerra en Ciudad Real”, con el departamento de Antropología Social y Cultural de la UNED.
El documental comienza con una referencia a los miles de asesinatos cometidos en la larga posguerra. Ya se sabe, según el profesor Malefakis, por cada asesinato político que perpetró Mussolini Franco cometió 10.000 y aun hoy hay unas 120.000 personas desaparecidas, como certifica el Comité contra la Desaparición Forzada, con mandato de las Naciones Unidas. Y cuenta que tras la apertura de una fosa en el cementerio de Abenójar por parte de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica localizaron a Angelita González Yepes, familiar de uno de los enterrados, que ahora vive en Puertollano. Como resultado de la tremenda represión perdió a su padre y a tres tíos, que no habían hecho nada, como decía en el acto de presentación esta mujer de 87 años.
En una sala de estar, con fotografías diversas, recuerdos vitales y significativos silencios, Angelita se siente presa de un inquietante pasado que a pesar del largo tiempo transcurrido no quiere desaparecer. Los últimos planos del documental son realmente bellos. Mediante una cámara fija, se ve desde la lejanía una comitiva que transita hacia el cementerio, con el tremolar de una bandera republicana en el inicio.
En fin, una realización más del equipo de investigación que desarrolla el proyecto “Todos los nombres de la represión franquista en Ciudad Real”, formado por diversos profesores de Ciudad Real y Madrid y coordinado por Julián López García, profesor de la UNED y director del Centro Internacional de Estudios de Memoria y Derechos Humanos (CIEMEDH).
Isidro Sánchez
Desde el revés de la inopia
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