miciudadreal - 20 enero, 2017 – 08:15
El título esta semana no es mío. Lo copio del informe que Oxfam Intermón presentó el pasado lunes, 16 de enero de 2017, referido a España. También hizo público el informe general, del que sólo destaco una impresionante idea fuerza: ocho empresarios, seis estadounidenses, uno español y otro mexicano, poseen ya la misma riqueza que 3.600 millones de personas, es decir, la mitad más pobre de la humanidad.
Y la concentración de riqueza en pocas manos sigue un proceso imparable. Eso es el capitalismo, no importa otra cosa que opulencia y beneficio, caiga quien caiga, al precio que sea, muera quien muera o pase hambre una parte importante de la Humanidad.
En el caso español se señala en el informe que la recuperación económica de los años 2014 y 2015 no impide que la desigualdad siga el proceso de crecimiento y la situación de las personas más vulnerables empeore. Es más, España es el segundo país de la Unión Europea, tras Chipre, donde más ha crecido la desigualdad desde que estalló la crisis.
Y, ya se sabe, si unos son más pobres es porque otros son más ricos. En 2015, el 30 por ciento de la población más pobre perdió el 33,4 por ciento de su riqueza, mientras que la fortuna de las tres personas más ricas creció un 3 por ciento. Sólo dos hombres y una mujer (Amancio Ortega, su hija Sandra Ortega Mera y Juan Roig) acumulan la misma riqueza que el 30 por ciento más pobre en España, es decir, que 14,2 millones de personas.
Pero la desigualdad no aumenta por la crisis económica. En realidad, se dice en el informe, es consecuencia de una economía con un alto precariado, que promueve una distribución injusta de las rentas y las oportunidades que se generan. En España sólo se priman los beneficios y las rentas de capital, hay un sistema tributario muy injusto, una gran evasión fiscal y el capitalismo se impone a caballo del control político y de la propaganda de los grandes medios de comunicación. El aumento de la desigualdad se debe, según se puede leer en el informe, al modelo económico impuesto, incapaz de crear empleo de calidad y salarios dignos. Oxfam llega a criticar que las empresas recuperan beneficios, a la vez que los salarios se estancan y pierden poder adquisitivo.
En buena lógica, la Organización indica también soluciones, aunque en ningún momento pone en cuestión un capitalismo depredador y asesino. Las cinco primeras propuestas son las siguientes: aumento del salario mínimo interprofesional, establecimiento de escalas salariales justas por normativa estatal, promoción de una contratación pública que priorice centros de trabajo con escalas salariales iguales o menores a 1:10 entre salario alto y medio, eliminación de la brecha salarial entre hombres y mujeres mediante la penalización de los centros de trabajo que incumplan el derecho a la igualdad o reforzamiento de los mecanismos de negociación colectiva.
Otras dos, muy importantes, son la reversión de los recortes en políticas sociales tan elementales como la salud y la educación, incrementando sus presupuestos “hasta alcanzar el 7% para educación y el 7,3 % en sanidad respecto del PIB”, y el incremento sustancial del presupuesto de protección social, que ha caído radicalmente durante la crisis, dirigido a las personas más vulnerables.
Se propone también la aprobación de una ley contra la evasión fiscal, sobre todo de las grandes empresas y las grandes fortunas, con la promoción de territorios libres de paraísos fiscales. Para ello el ejemplo de la administración española es importante, mediante un mecanismo que “impida contrataciones públicas (en cualquiera de los niveles de gobierno) a empresas que operan a través de paraísos fiscales”. En España hay corte en ese terreno pues ya se sabe que las grandes empresas del IBEX-35 tienen gran experiencia en paraísos fiscales y su presencia en ellos es apabullante.
Se apuesta por impuestos a las grandes fortunas, para que paguen más quienes más tienen y se rompan los privilegios: “las empresas e individuos deben tributar en función de su capacidad y de su actividad económica real. Para ello, resulta necesario trasladar la carga tributaria del trabajo y del consumo al patrimonio y el capital, incrementando la presión fiscal correspondiente”.
Mientras tanto se produce el saqueo de las pensiones con la crisis, que no se trata en el informe y que sí se analiza en medios de comunicación extranjeros, pues casi todos los de aquí no saben nada del tema y siguen la tarea propagandística, que es lo suyo. Julia López, catedrática de Derecho del Trabajo de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona lo dice de forma clara en declaraciones a eldiario.es (1.1.2017): “Lo que se ha producido es un expolio de las pensiones: se está sacando dinero del Fondo de Reserva, que tiene una asignación directa y finalista, y se está utilizando para otras cosas. Hay un incumplimiento del Pacto de Toledo, que dice que el fondo sirve para garantizar algo que está en la Constitución: que los poderes públicos mantendrán un sistema público de pensiones. Por tanto, lo primero que hay que hacer es devolver ese dinero”.
Isidro Sánchez
Desde el revés de la inopia
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