miciudadreal - 18 mayo, 2018 – 11:16
El Defensor del Pueblo ha determinado hace pocos días que la ley no ampara el izado de banderas a media asta por la muerte de Cristo. Es igual, los palmeros del PP, personas y Grandes Medios de Persuasión y Propaganda (GMPP), con TVE a la cabeza, dieron cobertura positiva con sus aplausos a la decisión de la señora de Cospedal García, ministra de Defensa y recortadora oficial del Reino. Por cierto, igual que hicieron cuando era presidenta del gobierno de Castilla-La Mancha y realizó recortes sin fin, a la vez que elevaba el endeudamiento.
Los palmeros del PP aplaudieron a rabiar a Cristina Cifuentes el pasado 6 de abril en la Convención Nacional del partido, en contraste con los abucheos que recibió a su llegada a la estación sevillana de Santa Justa. A los pocos días sus compañeros de Partido dieron la espalda a la expresidenta de Madrid. Igualmente, los palmeros premiaron con una cerrada ovación al presidente M. Rajoy cuando olvidó el nombre del alcalde de Alicante en pleno acto partidista con uno de sus lapsus: “Querido alcalde de Alicante… que así se llama”.
Podrían recordarse muchos grandes aplausos de palmeros del PP, y de otros partidos, cuando la más elemental actitud de educación recomendaría al menos el silencio ¿Qué aplauden los palmeros en esas ocasiones? Es cierto que chorizos, corruptos, embusteros e incompetentes, que sonríen aunque se hunda el mundo a su alrededor, son un números relativamente pequeño en el partido de la corrupción, reducido comparado con el de quienes les aplauden. Al menos hasta que caen en desgracia, entonces huyen de ellos como de la peste.
¿Qué explicación tiene la actitud de palmeros o aplaudidores ante barrabasadas del líder? Tengo que reconocer que lo he pensado muchas veces y sólo encuentro la solución en el diccionario de la RAE con las definiciones de claque. La primera acepción es “Grupo de personas que asisten a un espectáculo con el fin de aplaudir en momentos señalados”, antes frecuentemente en los teatros. Cuando éramos jóvenes y había poco dinero para ir a ver una determinada obra se localizaba al organizador de la claque, generalmente en un bar, que proporcionaba la entrada de forma gratuita con el compromiso de aplaudir en determinados momentos. La segunda acepción es “Grupo de personas que aplauden, defienden o alaban las acciones de otra buscando algún provecho”. O sea, los palmeros buscan provecho. Dos pes que forman PP.
En sede parlamentaria, un micrófono captó hace años a Andrea Fabra, hija del cacique de Castellón, diciendo a los parados “que se jodan” ¿Hubo reprobación? No, palmas. El 5 de mayo pasado, con motivo de la toma de posesión del alcalde de Alicante, cuyo nombre no recordaba M. Rajoy, Carmen Martínez Castro, secretaria de Estado de Comunicación, decía a los manifestantes que abucheaban al presidente del Partido “Dan ganas de hacer un corte de mangas y decir os jodéis” ¿Hubo recriminación? No, palmas, a pesar de las palabras gruesas en una responsable de comunicación. Eso sí, censuraron todo lo que pudieron el video del “os jodéis” en la TVE Valencia, por lo que dimitió la editora y el jefe de Informativos. Incluso, el Parlamento Europeo pedirá explicaciones al Gobierno sobre la manipulación y la censura en RTVE. Y lo último hasta ahora. Hace sólo unos días la líder del PP valenciano se mofaba de los chinos desde su escaño en las Corts (eldiario.es, 10.5.2018) ¿Hubo desaprobación? No, palmas.
Ya se que no se puede generalizar pero la derecha española es muy mal hablada y muy mal encarada. Que una diputada, la responsable de comunicación de Moncloa o la portavoz del PP valenciano utilicen ese lenguaje y esas formas es poco edificante. Claro que su jefe no pierde ocasión para mostrar su mal hablar, mediante lapsus (“ETA es una gran nación, España, perdón, es una gran nación”), palabras malsonantes (“Mañana tengo el coñazo del desfile”), verdades de Perogrullo (“Un vaso es un vaso y un plato es un plato”), ocurrencias (“La cerámica de Talavera no es cosa menor, o dicho de otra manera es cosa mayor”), frases sin sentido (“Como decía Galileo, el movimiento siempre se acelera cuando se va a detener”) o sus proverbiales palabras ao (Acostumbrao, cobrao, diputao, dotao, Estao, honrao, lograo, mejorao, negociao, participao, presentao…).
Además, la frase ¡que se jodan! es una representación de un pensamiento generalizado en el Gobierno, a la vez que muchos aplauden, dentro del Partido y fuera de él, acompañados de los GMPP. En la diana, personas como becarios, científicos, dependientes, desahuciados, emigrados, enfermos, familiares de los muertos de las cunetas, funcionarios, jóvenes, jubilados, médicos, parados, periodistas, precarios, profesores…
El presidente M. Rajoy, compañero de gobierno de los cuatro ministros “novios de la muerte”, controla, de una u otra forma, por una u otra vía, Audiencia Nacional, Banco de España, BOE, CNI, Congreso, Fiscalía, Gobierno, Partido Popular, Senado, Tribunal Constitucional, Tribunal de Cuentas…, pero necesita el aplauso de los palmeros, junto a los GMPP, para hacer de este “ya gran país un mucho más grande país”. De momento aplauden, espolean, jalean y vitorean de forma incondicional, pero ya le volverán la espalda cuando se estrelle y llegue el momento de aclamar y palmotear de manera entusiasta a otro u otra.
Isidro Sánchez
Desde el revés de la inopia
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