Sólo un ejemplo. Mari Carmen Ramos vivía en un piso de Barcelona y
pagaba 600 euros de alquiler. Un fondo buitre, que se ha hecho con su
edificio, le exige ahora 1.250. Imposible pagar con los 400 que cobra de
pensión (eldiario.es, 21.4.2019).
¿Solución? A la calle, a buscarse la vida y a comer banderas, según
los Grandes Medios de Persuasión y Propaganda (GMPP). El periodista,
entre otras cuestiones, pregunta lo siguiente: “¿Espera que cambien las
cosas después de las elecciones?” Y la desahuciada responde así: “No.
Porque ahora prometen y prometen hasta que salen y cuando salen se
olvidan de que los pobres somos más pobres y los ricos más ricos”. Y ya
se sabe, el negocio es el negocio.
2017
Los autodenominados partidos constitucionalistas y los GMPP colocan
frecuentemente la Constitución en la boca o en la pluma, pero
generalmente en el marco de la guerra de banderas, borbónicas contra
esteladas, en el ámbito del patrioterismo propio de los nacionalistas
que alardean de su España, que poco tiene que ver con la real. Hace
pocos días lo recordaba la periodista Nieves Concostrina, divulgadora de
Historia desde el humor: “Siempre que estén enarbolando banderas para
atraerte, te están engañando en algo” (Consumerismo, abril de 2019). Poco hablan, sin embargo, de algunos artículos, que sencillamente ignoran.
Por ejemplo, el 47 del texto constitucional. Parece que sólo existe
el 155. El 135, reformado en pocos días, lo ocultan, no por vergüenza
sino por inverecundia. Y se ocupan de la corrupción, eso sí, a toro
pasado. Se incide muy poco en lo que indica el Fondo Monetario
Internacional (FMI), cuando estima que la corrupción cuesta unos 60.000
millones anuales a España. Se trata muy poco el tema del abuso del poder
público para la ganancia privada, característica de muchos que se
llenan la boca con la palabrería nacionalista.
06/04/2019
Recordemos de manera literal el contenido del citado artículo 47: “Todos
los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y
adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y
establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho,
regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general
para impedir la especulación. La comunidad participará en las plusvalías
que genere la acción urbanística de los entes públicos”. Hay
que recordar una y otra vez que es preciso garantizar al conjunto de los
ciudadanos una vivienda digna. Hay que desarrollar toda una serie de
herramientas para conseguir el reconocimiento de la función social de la
vivienda, devolviendo su valor de uso en detrimento de su valor de
cambio. Es decir, frente al mero negocio, como ocurre ahora, está el
derecho de las personas a habitar.
10/04/2019
Raquel Rodríguez Alonso y Mario Espinoza Pino analizan el problema de la vivienda de forma rigurosa y pertinente en su obra De la especulación al derecho a la vivienda. Más allá de las contradicciones del modelo inmobiliario español
(2017). Recuerdan la gran cantidad de familias desalojadas por no poder
hacer frente al pago de los créditos hipotecarios. Cifra que para 2016
fue de unas 63.000 personas expulsadas de sus hogares. Pero el problema
sigue presente en nuestra sociedad, en la que no parece existir otro que
el derivado de la guerra de nacionalismos: español contra catalanista,
español contra vasco, español excluyente contra lo que denominan
antiespaña.
Fuente: Índice de precios de Fotocasa (www.fotocasa.es)
Recientemente, con motivo de las próximas elecciones generales, la
Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) ha iniciado una campaña de
presentación a los políticos ante la sangría y el dolor de los
desahucios en España, más de 630.000 desde el 2008 hasta la actualidad.
Todavía, a día de hoy, siguen produciéndose 165 desahucios diarios, sin
contabilizar los provocados por renovaciones de los contratos de
alquiler con precios inasumibles (“La PAH entra en campaña”, 10.4.2019, https://afectadosporlahipoteca.com/).
En el texto de la PAH se recuerdan otras cuestiones: suicidios de
personas por problemas económicos relacionados con la vivienda;
vergüenza por el irrisorio parque público de vivienda (que no llega al
dos por ciento, frente al quince de media en la Unión Europea de nuestro
entorno y el cuarenta de algunos países); inminente amenaza de aumento
de la emergencia habitacional, debido al fin de la moratoria de
ejecuciones hipotecarias y finalización de los alquileres sociales
vigentes (la primera en mayo del 2020 para más de 30.000 familias y los
segundos, que afectan a unas 15.000 familias, ya están finalizando);
aumento espectacular de los precios de alquiler, responsables de un
62,49 por ciento de los desahucios; o situación de pobreza, que aboca a
la ocupación cada vez en mayor número como única alternativa para
acceder a un derecho universal.
El índice de precios de Fotocasa (https://www.fotocasa.es/)
permite conocer la evolución de los precios de alquiler y de venta de
viviendas, que pueden verse en las tablas y los gráficos que acompañan a
este texto, en las provincias de Castilla-La Mancha, en el conjunto de
la Región y en España. Así, por ejemplo, considerando un vivienda de
setenta metros cuadrados, el alquiler medio en España ha pasado de 474
euros en octubre de 2014 a 640 en febrero de 2019. Y el precio medio de
venta en España, en el mismo período, de 114.611 a 132.062 euros.
Fuente: Índice de precios de Fotocasa (www.fotocasa.es)
O sea, el precio de venta, a pesar de la explosión de la burbuja
inmobiliaria, se ha incrementado entre 2014 y 2019 en un quince por
ciento. Pero el de alquiler ha crecido un treinta y cinco. En
Castilla-La Mancha el precio medio de venta es similar entre esos años.
Sin embargo, el de alquiler ha subido más del catorce por ciento. Desde
luego, muy por encima del incremento de sueldos y pensiones. ¿Entienden
ahora la razón de hablar de banderas y de patrias? Como dice
Concostrina, cuando enarbolan banderas es que tratan de engañarte o de
ocultarte algo. Y la vivienda es sólo un ejemplo.
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