miciudadreal - 13 septiembre, 2019 – 09:34
Se cumplen en 2019 cincuenta años de la puesta en marcha de la
actualmente denominada Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos y
ciento trece de la creación de la Granja Agrícola. Creo que es
conveniente recordarlo. Por tanto, el decreto de 3 de abril de 1905 establece la creación de dos Granjas Institutos en la región agronómica: una, de carácter agro-pecuario, en término de Badajoz, para esta provincia y Cáceres; y la otra, de Agricultura general y Viticultura, en término de Valdepeñas, para las de Ciudad Real y Albacete. Y se exponen las razones de tal decisión. Primero, se estima que dicho término se encuentra en el punto más céntrico de ambas. Segundo, el Ayuntamiento valdepeñero facilita una finca “de inmejorables condiciones para la instalación de la Granja”.
Aunque, ya se sabe, en España demasiadas veces lo razonable y conveniente es orillado por presiones poderosas. El establecimiento en Valdepeñas tiene que ver con las gestiones de Juan Francisco Gascón y Fernández Rubio, diputado conservador desde el 29.04.1904 al 17.08.1905 por la circunscripción de Ciudad Real y distrito de Almagro. Pero desde diciembre de 1905 Rafael Gasset y Chinchilla, diputado liberal por La Coruña, es ministro de Fomento y cambia la decisión tomada de un plumazo, al atender la exposición del Ayuntamiento de Ciudad Real. Por decreto de 18 de mayo de 1906 (Gaceta de Madrid, 21.5.1906), se establece la Granja Instituto de Agricultura en el término municipal de la capital.
El espacio elegido para ubicar la Granja es el que se corresponde, más o menos, con el ocupado por el actual campus universitario. Y en los años siguientes, aparte de los edificios que se construyen, se hacen diversas actuaciones. Por ejemplo, construcción de un paseo desde la carretera de circunvalación hacia la Granja Agrícola (1908); relleno de una cantera que existe frente a la Granja, propiedad de Vicente Astilleros, para evitar el peligro (1911); instalación de un molino de viento para la extracción y elevación de aguas de los pozos para utilizarla en el riego (1912)…
Y en agosto de 1918 llega la puesta en funcionamiento de la Escuela de Peritos Agrícolas de Ciudad Real, de la que sólo salen tres promociones pues se cierra en septiembre de 1923, y se hace en el marco de la Granja Agrícola. Cuenta Francisco Pérez Fernández (Lanza, 13.8.1966), que conoce y entrevista a algunos alumnos, que el primer ingeniero-director es Ricardo Albendín Orejón, auxiliado por el también ingeniero Víctor Risueño y los ayudantes Andrés Oliva y Dimas Díaz-Salazar, que constituyen el equipo de profesores.
El funcionamiento se hace entre múltiples problemas, tanto económicos como docentes. Gracias a Vida Manchega (5.7.1919), conocemos un escrito de los alumnos en el que se solicita “visita inspeccional de acción fiscalizadora” para depurar hechos y responsabilidades relacionados con la enseñanza. Se indica que el ingeniero director, profesor en las asignaturas de Mecánica Agrícola, Botánica y Zoología y Física y Química, no cumple con su deber por las “repetidas ausencias” y por la desacertada didáctica con la que imparte las asignaturas.
Los tiempos cambian y a mediados de los sesenta del siglo pasado se construye en los terrenos de la Granja el nuevo edificio para el Instituto de Enseñanza Media. Después, a comienzos de los setenta, los que albergan la Escuela de Magisterio y la Escuela de Ingeniería Técnica Agrícola. Al denominado Polígono Educacional de la Granja llegan también colegios, instalaciones deportivas y, ya en los noventa, los edificios del campus de la Universidad de Castilla-La Mancha en Ciudad Real.
Isidro Sánchez
Desde el revés de la inopia
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