miciudadreal - 6 diciembre, 2019 – 12:00
El franquismo, cuarenta cuatro años después de la muerte del dictador, es un tema de estudio en muy diversos proyectos universitarios de investigación. Igualmente es materia tratada en congresos, jornadas y publicaciones científicas.


Mentira como la que intenta propagar el fascismo español con la muerte de Federico García Lorca (1898-1936). Ya vimos que a partir del 29 de agosto de 1936, once días después del fusilamiento, la prensa republicana se ocupa del asesinato del poeta, primero con errores y confusión, desde el 8 de septiembre con claridad y contundencia. Pero desde el bando rebelde se observa con preocupación la reiterada información generada sobre el tema, tanto en la prensa republicana como en periódicos de otros países, y la mala imagen que puede dar de los golpistas. Y, como ocurre después con el bombardeo de Guernica, del que la propaganda franquista acusa a “los rojos”, se decide culpar del asesinato de Lorca a los republicanos.


Vuelve El Adelanto a la mentira el día 22, con un cinismo mayúsculo, al indicar que la emisora de Telégrafos de Madrid, “que es el último alarido –por no decir el último rebuzno– del odio marxista”, culpa del asesinato de Lorca a los fascistas. El mismo día, el diario Heraldo de Zamora alude asimismo a la noticia de la emisora F.P. 1, de Telégrafos de Madrid. En cambio, Lisboa, muy bien enterada, “asegura que fue muerto por los rojos el pasado día 16 de agosto, al descubrirse el escondite donde le tenía oculto un conocido comerciante madrileño amigo suyo”.
Por otra parte, durante unos días, la prensa republicana se hace eco de unas declaraciones de Cipriano Rivas Cherif (1891-1967) en las que afirma que tiene la impresión de que Lorca no ha muerto. Las he visto en las ediciones del 22 de septiembre de 1936 de los diarios El Liberal y El Tiempo, de Murcia. Pero la impresión del escritor y periodista no tiene ningún viso de realidad a esas alturas.
Por fin, el 17 de octubre de 1936 Antonio Machado Ruiz (1875-1939) publica “El crimen fue en Granada”, elegía con la que expresa el dolor por la muerte de Lorca, elogia al poeta y realiza un profundo homenaje. Es un estremecedor y extraordinario poema con el que trata de desmentir todas las noticias sobre la muerte del poeta granadino en diversos lugares y por parte de los propios republicanos. No, la muerte es en Granada y es fusilado por orden de las autoridades franquistas. Aparece por vez primera en el número 22 de Ayuda, semanario de la solidaridad y luego lo recogen El Mono Azul (22-10-1936) y un gran número de publicaciones periódicas, además de incluirse en La guerra (1936-1937), libro de Machado editado en Madrid en 1937.
En el otro bando, el periódico falangista de San Sebastián, Unidad, publica el 11 de marzo de 1937, una sentida elegía firmada por Luis Hurtado Álvarez (1917-1989), amigo de Lorca, titulada “A la España imperial le han asesinado su mejor poeta”. El autor tiene problemas con las autoridades franquistas, a pesar de este párrafo: “Yo afirmo solemnemente, por nuestra amistad de entonces, por mi sangre derramada en la más altiva intemperie de un campo de batalla, que ni la Falange Española ni el Ejército de España tomaron parte en tu muerte. La Falange perdona siempre; y olvida. Tú hubieras sido su mejor poeta; porque tus sentimientos eran los de la Falange: querías Patria, Pan y Justicia para todos”.

Por cierto, en un reciente artículo de Víctor Fernández (“Luis Hurtado: la pasión oculta de Lorca”, La Razón.es, 26-11-2019) se puede leer lo siguiente: “En los medios del bando franquista no se publicaría nada sobre la muerte de Lorca hasta ese 11 de marzo de 1937”. Todavía, en 2019, se escriben mentiras como la aparecida en el diario ultraconservador. Las referencias de este artículo, sólo algunas de las muchas existentes, demuestran claramente la facilidad con que se intenta cambiar la Historia en nuestro país.
Isidro Sánchez
Desde el revés de la inopia
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