viernes, 29 de noviembre de 2019

Ultraderecha de ayer y de hoy (1)

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- 29 noviembre, 2019 – 08:382 Comentarios

El partido ultraderechista en ascenso, blanqueado por algunos de los Grandes Medios de Persuasión y Propaganda (GMPP), hace gala de un discurso abiertamente identitario, homófobo, machista, ultranacionalista, racista y xenófobo. Además, es una formación que ataca derechos fundamentales, defiende y legitima el franquismo y frecuentemente utiliza la mentira como arma política importante.
A ese blanqueamiento han ayudado periodistas que dirigen diversos programas de televisión, como Mamen Mendizábal, Jordi González, Bertín Osborne, Susanna Griso, Ana Rosa Quintana, Diego Revuelta o Pablo Motos. Así lo muestra en un interesante análisis el periodista Eric Lluent, titulado “Set moments televisius que han ajudat a blanquejar l’extrema dreta” (Mèdia.cat, 12.11.2019). Lo que desconocemos es quién lleva la iniciativa en esos programas de legitimación, los profesionales o instancias superiores.
Fuente: docs.google.com
El tema de la mentira es recurrente en el fascismo de ayer y en la ultraderecha 2.0 de hoy. En el caso español, a principios de noviembre, más de 2.500 investigadores e investigadoras del ámbito de las ciencias sociales suscriben un manifiesto en el que denuncian “el falseamiento y la manipulación” de datos e informaciones de Vox. Lo hacen con otras cuestiones, pero principalmente con temas sensibles como funcionamiento autonómico, igualdad o inmigración. Se trata, afirman, de una “estrategia” fundamentada “en una agenda ideológica de nacionalismo extremo basado en la intolerancia, el racismo y la xenofobia” (eldiario.es, 7.11.2019).
LEsquella de la Torratxa (Barcelona 3.9.1936)
Pero, ya se sabe, de casta le viene al galgo. La dictadura es, aparte de sus horrores, una gran mentira, sólo creíble gracias a la tremenda propaganda franquista. Lo dice muy claramente el hispanista británico Paul Preston en su reciente libro: “La victoria del general Franco supuso el establecimiento de un régimen de terror y pillaje que les permitió, a él y a una élite de secuaces, saquear con impunidad, enriqueciéndose, al mismo tiempo que daba rienda suelta a la ineptitud política que prolongó el atraso económico de España hasta bien entrados los años cincuenta” (Un pueblo traicionado, España de 1874 a nuestros días: corrupción, incompetencia política y división social, 2019).
El Liberal (Murcia 5.9.1936)
Los servicios de propaganda del régimen eran maestros en utilizar la mentira y “Franco mintió sobre casi todo”, como asegura el citado Paul Preston en varias ocasiones. Por ejemplo, con el asesinato de Federico García Lorca, acaecido el 18 de agosto de 1936, tras su detención. Es conocido que el gobernador civil de Granada José Valdés Guzmán consultó con Gonzalo Queipo de Llano y Sierra lo que se debía hacer, a lo que el marqués enterrado en la sevillana Basílica de la Macarena respondió: “Dale café, mucho café”. Según el historiador Ian Gibson, se llega a acusar al poeta de “ser espía de los rusos, estar en contacto con éstos por radio, haber sido secretario de Fernando de los Ríos y ser homosexual”.
Nuestra Lucha (Murcia 8.9.1936)
Se ha dicho que hasta mediados del mes siguiente no empiezan a difundirse los rumores sobre su muerte, de forma confusa. He realizado un seguimiento en la prensa y no es así. Veamos. Ya el día 29 de agosto –sólo once días después del fusilamiento– tanto el diario republicano El Día, de Alicante, como Nuestra Lucha, portavoz murciano de la unidad obrera, publican la noticia de la muerte de Lorca, aunque la sitúan en Córdoba y por orden del coronel Ciriaco Cascajo Ruiz. El día siguiente, Nuestra Lucha (30.8.1936) vuelve a ocuparse del tema: “Federico García, el bueno, Federico Garcia Lorca, según las nuevas infaustas que nos angustian, ha muerto, fusilado por los traidores”. Se habla de Lorca como “el bueno”, en contraposición con Federico García Sanchiz, “el malo”.
Dos días después, el diario madrileño La Libertad (1.9.1936) da la noticia con este titular: “Se asegura que los rebeldes han fusilado al poeta García Lorca”. El breve texto es el siguiente: “Guadix, 31.- Rumores procedentes del frente cordobés, que no han sido hasta ahora desmentidos, dicen que por orden del faccioso Cascajo ha sido fusilado el gran poeta Federico García Lorca”. También ABC, en Madrid, y La Vanguardia, en Barcelona, se hacen eco de la información. Como en Barcelona, el anticlerical y republicano L’Esquella de la Torratxa (3.9.1936).
UHP (Guadalajara 9.9.1936)
El 5 de septiembre la muerte de Lorca se extiende por la prensa editada en la zona leal. Nuestra Lucha vuelve a ocuparse del tema con este titular: “Se tienen más noticias acerca de las últimas hazañas de los leales y de las canalladas cometidas por los facciosos, entre las cuales ocupa lugar preferente el fusilamiento del gran poeta español Federico García Lorca”. En la información se cita a un miliciano evadido de Granada, que no quiere revelar su nombre para evitar represalias contra “su compañera y sus padres”. Afirma, “de una manera rotunda e indubitable”, que Lorca no ha sido fusilado en Córdoba, sino en Granada, “hará próximamente unos quince días”. Es decir, ya se centra el lugar del asesinato en Granada y se abandona la versión de Córdoba. Otros periódicos, como el diario de la mañana El Cantábrico, de Santander, y El Liberal, de Murcia, se ocupan asimismo de la muerte del escritor.            
Unos días más tarde, en el diario madrileño La Voz (8.9.1936), se confirma “la ejecución del gran poeta García Lorca”. El mismo día, Nuestra Lucha inserta un poema de Roger de Flor (Jesús Menchén Manzanares), publicado antes en el El Pueblo Manchego, diario de Ciudad Real. Y durante los días 9 a 17 de septiembre la muerte del escritor granadino se extiende por las páginas de los periódicos republicanos, con la expresión del dolor y la repulsa por el crimen.

Isidro Sánchez

Desde el revés de la inopia

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