Inicio » Desde el revés de la inopia
A pesar de la política de tierra quemada practicada por el Gobierno de Mariano Rajoy Brey en el tema de la Memoria Histórica muchas actividades, afortunadamente, siguen su curso. Como no podía ser de otra forma, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, presidida por María Dolores de Cospedal García, siguió ese camino cercenador en dicho ámbito, que llegó, incluso, a la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM).
Pero el edificio que Pedro Peinado Gil levantó, ayudado por muchas personas, sigue en pie tras su muerte en diciembre pasado. Y una muestra es la celebración durante los días 2 y 3 de octubre de 2015 de las XVI Jornadas El maquis en Santa Cruz de Moya. Crónica Rural de la Guerrilla Española. Memoria Histórica Viva, que servirán, como siempre, para el debate, para el conocimiento de paginas de nuestra historia, que otros se empeñan en ocultar o tergiversar, y para rendir un merecido homenaje al activista y político de la sonrisa permanente.
Pedro y yo nos veíamos casi siempre en Santa Cruz de Moya, durante las Jornadas. Pero la última vez que estuvimos juntos fue en Ciudad Real. En mi casa, al calor de la mesa camilla, conversamos durante varias horas. De la Memoria Histórica, de la Universidad, de los proyectos de La Gavilla Verde (LGV) y del Centro de Estudios de Castilla-La Mancha (CECLM), del Centro de Documentación de La Gavilla, de la situación política, de nuestras vidas… Y es que en el marco del convenio entre la asociación cultural LGV y la UCLM la colaboración del CECLM, que dirigí hasta mi jubilación, fue intensa y fructífera.
Las Jornadas tuvieron su primera edición en el año 2000, cuando en España se dieron los primeros pasos para la recuperación de la Memoria republicana, la memoria de unos hombre y mujeres que en el tiempo que siguió a la muerte del dictador no se reivindicó, por la acción de la ultraderecha y la derecha conservadora, además de la omisión de buena parte de la izquierda. Y en los últimos tres lustros han pasado por Santa Cruz de Moya abogados, actores, archiveros, cineastas importantes, documentalistas, escritores destacados, familiares de desaparecidos, fiscales, fotógrafos, guardias civiles, guerrilleros, historiadores, jueces, médicos, músicos, memorialistas, periodistas, políticos de distinta ideología, profesores universitarios, representantes de muy diversos asociacionismos, etcétera. En fin, hombres y mujeres dispuestos para el debate y comprometidos con la Memoria.
En septiembre de 2002, cuando el milagro laico ya se había producido, se firmó el primer convenio de colaboración entre LGV y la UCLM. Santa Cruz de Moya, el pequeño pueblo de la Serranía conquense, y sus Jornadas eran todo un referente en España. Pedro y sus compañeros lo habían conseguido. La profesora de la UCLM María del Carmen Utanda Higueras, parafraseando a Luis Cernuda, lo expresaba entonces así: “Santa Cruz de Moya es el lugar donde habita la memoria”.
La colaboración entre LGV, UCLM y CECLM continuó, con la firma de sucesivos convenios en 2007, 2009 y 2011 para apoyar la celebración de actividades científicas, culturales y académicas, además de promover la publicación de monografías y documentos. Sin embargo, el 17 de marzo de 2012 acabó y el paraguas académico desapareció. Nuevas prioridades y viejas intolerancias.
Pero hoy lo importante es el homenaje a Pedro, al que no me puedo sumar en persona. Me adhiero con todas mis fuerzas desde la distancia y recuerdo, como escribía Remedios Palomo en El País el día 25 de diciembre de 2014 en representación de LGV, que “la pérdida de Pedro Peinado supone un golpe muy duro, no sólo para La Gavilla Verde, sino también para todo el movimiento español de recuperación de la Memoria Histórica, así como para las actividades de dinamización rural”.
Isidro Sánchez Sánchez
Desde el revés de la inopia
miciudadreal - 2 octubre, 2015 – 09:44
A pesar de la política de tierra quemada practicada por el Gobierno de Mariano Rajoy Brey en el tema de la Memoria Histórica muchas actividades, afortunadamente, siguen su curso. Como no podía ser de otra forma, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, presidida por María Dolores de Cospedal García, siguió ese camino cercenador en dicho ámbito, que llegó, incluso, a la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM).
Pero el edificio que Pedro Peinado Gil levantó, ayudado por muchas personas, sigue en pie tras su muerte en diciembre pasado. Y una muestra es la celebración durante los días 2 y 3 de octubre de 2015 de las XVI Jornadas El maquis en Santa Cruz de Moya. Crónica Rural de la Guerrilla Española. Memoria Histórica Viva, que servirán, como siempre, para el debate, para el conocimiento de paginas de nuestra historia, que otros se empeñan en ocultar o tergiversar, y para rendir un merecido homenaje al activista y político de la sonrisa permanente.
Pedro y yo nos veíamos casi siempre en Santa Cruz de Moya, durante las Jornadas. Pero la última vez que estuvimos juntos fue en Ciudad Real. En mi casa, al calor de la mesa camilla, conversamos durante varias horas. De la Memoria Histórica, de la Universidad, de los proyectos de La Gavilla Verde (LGV) y del Centro de Estudios de Castilla-La Mancha (CECLM), del Centro de Documentación de La Gavilla, de la situación política, de nuestras vidas… Y es que en el marco del convenio entre la asociación cultural LGV y la UCLM la colaboración del CECLM, que dirigí hasta mi jubilación, fue intensa y fructífera.
Las Jornadas tuvieron su primera edición en el año 2000, cuando en España se dieron los primeros pasos para la recuperación de la Memoria republicana, la memoria de unos hombre y mujeres que en el tiempo que siguió a la muerte del dictador no se reivindicó, por la acción de la ultraderecha y la derecha conservadora, además de la omisión de buena parte de la izquierda. Y en los últimos tres lustros han pasado por Santa Cruz de Moya abogados, actores, archiveros, cineastas importantes, documentalistas, escritores destacados, familiares de desaparecidos, fiscales, fotógrafos, guardias civiles, guerrilleros, historiadores, jueces, médicos, músicos, memorialistas, periodistas, políticos de distinta ideología, profesores universitarios, representantes de muy diversos asociacionismos, etcétera. En fin, hombres y mujeres dispuestos para el debate y comprometidos con la Memoria.
En septiembre de 2002, cuando el milagro laico ya se había producido, se firmó el primer convenio de colaboración entre LGV y la UCLM. Santa Cruz de Moya, el pequeño pueblo de la Serranía conquense, y sus Jornadas eran todo un referente en España. Pedro y sus compañeros lo habían conseguido. La profesora de la UCLM María del Carmen Utanda Higueras, parafraseando a Luis Cernuda, lo expresaba entonces así: “Santa Cruz de Moya es el lugar donde habita la memoria”.
La colaboración entre LGV, UCLM y CECLM continuó, con la firma de sucesivos convenios en 2007, 2009 y 2011 para apoyar la celebración de actividades científicas, culturales y académicas, además de promover la publicación de monografías y documentos. Sin embargo, el 17 de marzo de 2012 acabó y el paraguas académico desapareció. Nuevas prioridades y viejas intolerancias.
Pero hoy lo importante es el homenaje a Pedro, al que no me puedo sumar en persona. Me adhiero con todas mis fuerzas desde la distancia y recuerdo, como escribía Remedios Palomo en El País el día 25 de diciembre de 2014 en representación de LGV, que “la pérdida de Pedro Peinado supone un golpe muy duro, no sólo para La Gavilla Verde, sino también para todo el movimiento español de recuperación de la Memoria Histórica, así como para las actividades de dinamización rural”.
Isidro Sánchez Sánchez
Desde el revés de la inopia
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