miciudadreal - 28 febrero, 2020 – 09:57Sin comentarios
Muchos políticos del Partido Popular tienen constantemente a España en la boca, a la que se refieren hasta el hartazgo. Y qué decir de las banderas borbónicas. Los alcaldes del PP compiten por ver quien la pone más grande. Pero luego lo que dicen y lo que hacen ayuda poco al interés general de los españoles, a los habitantes de la patria que con tanto arrebato invocan.
Efectivamente, tras la correspondiente tramitación parlamentaria se aprueba la Ley 13/2005, de 1 de julio, que modifica el Código Civil en materia de derecho a contraer matrimonio (BOE, 2.7.2005). El preámbulo contiene un revelador párrafo: “La Historia evidencia una larga trayectoria de discriminación basada en la orientación sexual, discriminación que el legislador ha decidido remover”. No sólo discriminación, digo yo, también represión, como ocurre durante la dictadura franquista.
El punto uno del artículo único añade un segundo párrafo al artículo 44 del Código Civil por el que se modifica en los términos siguientes: “El matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos cuando ambos contrayentes sean del mismo o de diferente sexo”. Una vez más el mundo parece hundirse para la derecha extrema del PP, que anuncia desastres sin fin referidos a la iniciativa del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Resulta inevitable mencionar la opinión sobre el matrimonio igualitario de algunos jefes populares. Por ejemplo, Manuel Fraga Iribarne (1922-2012) habla de “determinadas leyes asquerosas” del Gobierno Zapatero, aprobadas para “destruir a la familia” (20minutos.es, 4.6.2005). José María Alfredo Aznar López piensa que “Las uniones gays no deben ser equiparadas ni al matrimonio ni a la familia” (Cadenaser.com, 23.7.2008). Sigue, como buen católico, la idea de su Iglesia. La mayoría de las autoridades católicas se oponen también a esta ley, temen un debilitamiento del matrimonio religioso y cuando se refieren al que llaman “Matrimonio homosexual” afirman que los niños tienen derecho a una familia y a un matrimonio “normal”.
Mariano Rajoy Brey llega a manifestar en 2005, según la senadora Idoia Agorria Martínez que “el matrimonio es siempre y ha sido una institución entre un hombre y una mujer para la procreación” (Diario de Sesiones. Pleno del Senado, 13.10.2015). A pesar de esas opiniones, el propio Rajoy y otros muchos cargos populares –cerca de 300 invitados– asisten como si nada a la boda gay de Javier Ignacio Maroto Aranzábal. Típico fariseísmo de la derecha extrema.
El último desencuentro del PP con los españoles se produce con el tema de la eutanasia. Su posición contraria choca con una amplia base social. La encuesta de Metroscopia de 2017 sitúa la aceptación a la regularización de la eutanasia en torno al 84 por cierto y otra de IPSOS realizada en el año siguiente arroja un porcentaje de apoyo del 85 (eldiario.es, 5.4.2019).
Tras varios intentos, por fin, el pasado 12 de febrero, el Congreso da luz verde a la proposición de ley de eutanasia con un amplio apoyo, el de todos los grupos de la Cámara salvo PP y Vox: 201 votos a favor, 140 en contra y 2 abstenciones. Por supuesto, la Iglesia también se opone, sobre todo la jerarquía, aunque hay sectores en su seno que apoyan. Como Juan José Tamayo Acosta, teólogo vinculado a la Teología de la Liberación y secretario general de la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII, quien afirma lo siguiente al respecto: “En consecuencia, creo que no hay razones religiosas, éticas, jurídicas o políticas para oponerse a la Proposición de Ley sobre Eutanasia, que la mayoría de los grupos parlamentarios ha tomado en consideración en el Congreso de los Diputados y de las Diputadas” (Religión Digital, 19.2.2020).
Por boca de algunos miembros del PP, por el contrario, se han vertido algunas barbaridades, como la del portavoz de los populares en temas de Sanidad, José Ignacio Echániz Salgado, consejero de Sanidad y Asuntos Sociales de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha desde 2011 a 2015 con el gobierno presidido por María Dolores de Cospedal García, aquel de los recortes sin fin, que destroza la Sanidad de Castilla-La Mancha.
El diputado por Guadalajara declara sin sonrojarse que “cada vez que una persona fallece o es empujada al fallecimiento por la vía de la eutanasia el Estado está ahorrando muchísimo” (eldiario.es, 11.2.2020). Hace falta tener desfachatez para decir que se quiere “ahorrar” con la eutanasia. Aparte de la brutalidad que supone esa afirmación, es de una pobreza intelectual que impresiona. Hasta el diario conservador ABC (13.2.2020) califica de “burrada” su crítica a la ley de eutanasia. Y fuentes populares, según el periódico borbónico, llegan a afirmar que “Es un error político que nos cruje”.
Isidro Sánchez
Desde el revés de la inopia
No hay comentarios:
Publicar un comentario